Ensayar es mi fuente de energía:
Jugar con artistas con la finalidad de crear mundos nuevos en los que aparecen personajes, hasta entonces inexistentes, y, en momentos, romper con ellos para que sean los cuerpos desnudos los transmisores.
Meterse en situaciones y darles una forma verosímil a través de tratamientos artísticos, más o menos abstractos.
Entrar en una burbuja junto a mi equipo de viaje y olvidarnos de la realidad que nos rodea para crear nuevos mundos llenos de emociones en los que todo es posible y en los que no hay sufrimiento pues, incluso el más grande dolor, es una ilusión. ¡Yuhu!
Aspiro a que el público experimente esas mismas ganas de vivir que siento yo en los procesos creativos. Y no, no aspiro a imitar la vida sino a crear mundos nuevos en los que lo ficticio, la ilusión, se convierte en lo real.
Sí, amo el teatro y sí, el teatro, para mí, es un vicio.